Flor nacional de Panamá
La Flor del Espíritu Santo (Peristeria elata) fue elegida Flor Nacional de Panamá, conforme a un decreto de ley, el día 21 de octubre de 1980; con su consecuente protección.
Entre otras cosas, se caracteriza por contar con pétalos de color blanco o hueso. Sus meses de floración son los últimos de verano y el primero de otoño, de julio a octubre, frecuentemente. Época del año en la que expide una deliciosa fragancia natural.
Muchas personas, tanto en Panamá, como en otros países cercanos, suelen denominar popularmente a la Peristeria elata como paloma blanca.
Cabe señalar que en muchas regiones de Panamá podemos apreciar el cultivo de diversos tipos de orquídeas; no obstante, la Flor del Espíritu Santo sólo se encuentra en exhibición; ya que no se encuentra permitida su venta, pues está catalogada como una planta en peligro de extinción.
¿Cuáles son las características de la Flor Nacional de Panamá?
La Flor del Espíritu Santo, Flor Nacional de Panamá, cuenta con pseudo bulbos con un tamaño aproximado de 12 centímetros, de forma no aplanada, elongada y con un total de cuatro hojas, mismas que pueden elevarse hasta un metro de longitud. Si bien, en forma salvaje, en ocasiones puede superar esta medida.
La flor sale de la parte baja del bulbo y, en total, durante el periodo de floración, genera de 4 a 12 flores blancas; aunque algunas pueden presentar una apariencia manchada o bicolor, con blanco y púrpura (si bien, esto no es la norma). Así mismo, en la zona del centro de la flor, podemos encontrar un pistilo de color amarillo.
Hábitat
El hábitat natural protegido de la flor nacional de Panamá es el Cerro Gaital, que se localiza en el Valle de Antón. Esta zona, como cabe esperar, se encuentra protegida frente a la caza y tala.
En el pasado, en Panamá, la flor del espíritu santo fue abundante, así mismo, en las zonas húmedas que circundan el Valle de Antón. Es en esta zona que se suele localizar como planta epífita, en especial en el tronco de árboles que se encuentran recubiertos de musgo y, en la mayoría de los casos, en una altura que va de los 1000 a los 1300 msnm.
Conservación
Como hemos mencionado ya, la Flor Nacional de Panamá, la flor del espíritu santo es considerada como una de las flores en mayor peligro de extinción. Y es debido a su llamativa apariencia, así como fragancia y rareza, que muchas personas, entre ellas traficantes, la suelen cortar y recoger de su hábitat.
Conforme el Tratado de Washington, la flor del espíritu santo se encuentra incluida en el listado de las plantas que se encuentran en mayor peligro de extinción. Este tratado es internacional y se encuentra reglamentado y supervisado por diversos gobiernos del mundo.
Por su parte, existen organizaciones como APROVOCA y COSPA, las cuales están interesadas en conservar a la flor del espíritu santo para evitar su extinción.
Conforme información de diversas fuentes, se conoce que la Flor Nacional de Panamá continúa siendo recolectada de su hábitat nativo de forma ilegal. Esto ha contribuido a que su comercio se encuentre regulado y supervisado.
Puesto que la flor del espíritu santo es una especie vegetal que está constantemente sometida a la depredación y colecta de forma indiscriminada, diversas colecciones botánicas y científicas, así como herbolarios alrededor del mundo, han elegido no colocar en sus sitios web o catálogos en línea las zonas, localidades o regiones específicas en donde se puede encontrar esta planta creciendo de forma natural.
En cuanto a su cultivo, por ejemplo, en casa o jardín, debemos decir que no es para nada sencillo; de hecho, necesitamos tanto de un suelo enriquecido con humus y materia orgánica, como de características sueltas, permitiendo que las raíces del bulbo se desarrollen de la mejor forma posible. Y no sólo eso, sino que el resto de las características del ambiente igualmente deben de intentar reproducirse de la manera más semejante posible al de su hábitat natural.
Es por esto por lo que a la flor del espíritu santo no debe faltarle humedad constante (la cual se debería realizar idealmente con agua de lluvia y sin cloro o con muy bajas cantidades).
